Los manatíes en cautiverio

No hay muchos manatíes viviendo en cautiverio como la mayoría de la gente piensa, de hecho, son animales muy tranquilos y amables que suelen adaptarse a los diferentes cambios que se producen en su entorno natural.  La mayoría de los que viven hoy en cautiverio han sido lastimados producto de colisiones con  embarcaciones u otros accidentes, haciendo que les sea muy difícil sobrevivir en su hábitat y por tanto son rescatados con el objetivo de salvarlos.

Muchos manatíes jóvenes son rescatados de la muerte una vez que la madre se encuentra en peligro, si ella ha resultado herida o muerta, entonces su cría no tendrá grandes posibilidades de sobrevivir por su cuenta. En algunos casos, las madres abandonan a sus crías, pero este es un comportamiento inusual. Cuando estos pequeños manatíes son puestos en cautiverio pueden sobrevivir y eso significa que estamos un paso más cerca de evitar su extinción.

Realmente existen muy pocas entidades en todo el mundo que se esfuerzan por proteger a los manatíes. Quienes lo hacen mantienen a algunos ejemplares en cautiverio para ayudarles a sobrevivir, realizar investigaciones y para educar al público acerca de las necesidades de estos animales. Tanto en el zoológico Mundo Marino de Florida como en el de California rescatan a los manatíes que están en peligro, ya sea porque están heridos, enfermos, perdidos, o se han quedado huérfanos. Luego tratan de devolverlos a su hábitat natural tanto como les sea posible. Los que no pueden ser devueltos a su hábitat natural vivirán el resto de su vida en un entorno controlado.

Muchas de las hembras en cautiverio no se aparean durante muchos años, se cree que esto se debe a la tensión del cambio, otros creen que se debe a que la hembra no poder participar en el proceso de migración y por tanto no produce las hormonas necesarias para que el apareamiento ocurra.

Un manatí normalmente debe consumir hasta un 9% de su peso corporal cada día, pues no hay una gran cantidad de nutrientes en los alimentos que consumen. Precisamente uno de los cambios de la vida en cautiverio es su dieta, en lugar de alimentarse de grandes cantidades de plantas, se les da una dieta rica en lechuga, otras plantas verdes y vitaminas de elefante.

El mayor problema de mantener a los manatíes en cautiverio es el costo que representa cuidar de ellos. En muchos de estos lugares se rescatan con el objetivo de poder devolverlos hacia su hábitat natural, por tanto las interacciones entre ellos y los humanos deben ser mínimas, así como debe ofrecérseles un ambiente controlado, lo más parecido a lo real posible.

El hecho de que muchos de estos manatíes pueden morir si no están temporalmente en cautiverio o si son devueltos a su medio natural, puede ser un aspecto a tener en cuenta. Frecuentemente lo mejor es mantenerlos en cautiverio por el resto de sus vidas. Una gran parte de la financiación para cuidar de ellos bajo estas condiciones, proviene de subvenciones federales, organizaciones sin fines de lucro y donaciones de las personas interesadas que quieren ofrecerle al manatí un futuro en este planeta.  Sin esa ayuda ni la dedicación de los voluntarios, no hubiera sido posible llevar a cabo este programa de rescate y protección de los manatíes.