Los manatíes y los seres humanos

Los seres humanos por lo general no son de confianza para los manatíes. Esto se debe a que son la principal causa de su desaparición. Desde épocas más antiguas era común que algunas culturas cazaran a los manatíes para consumir su carne. También eran cazados como deporte, pero esto era de carácter ilícito y su práctica fue desapareciendo drásticamente, unida a que las partes de su cuerpo como la piel, dientes y colmillos, carecían de valor en el mercado negro.

En muchos sentidos, los distintos avances que los seres humanos han introducido en sus propias vidas, han provocado la destrucción de los manatíes. Por ejemplo, mientras más fábricas existen, mayor es la contaminación del medio ambiente debido a químicos y demás productos que van a parar a las aguas donde vive el manatí.  Esto da lugar a la aparición de bacterias y parásitos, que en grandes cantidades pueden causarles la muerte.

Tales cambios ambientales han hecho que aumente el calentamiento global y por tanto que sea difícil para el manatí encontrar comida en su hábitat natural, teniendo que trasladarse hacia otras zonas en busca de alimentos. En ocasiones estas nuevas aguas no tienen las temperaturas adecuadas para su supervivencia o no tienen la cantidad de líquido suficiente para que sus cuerpos se muevan, y terminan muriendo en el intento.

El hecho de que ahora se construyan barcos de gran tamaño y buques que comparten estas mismas aguas, se ha convertido es un problema enorme para los manatíes. Pueden ser golpeados en la cabeza, aplastados o cortados en pedazos por las hélices. A menudo mueren a causa de este tipo de accidentes y si las lesiones no son los suficientemente grandes como para matarlos inmediatamente, con el tiempo morirán de igual forma.

Los seres humanos también han tomado el control del cursar de las aguas, en lugar de permitir que el agua fluya por su cuenta, a menudo la manipulan. Por ejemplo, en las zonas donde se han construido compuertas de navegación, cuando las puertas están abiertas el manatí puede pasar a través de ellas, pero si la corriente es muy fuerte, pueden ahogarse. Otras veces en que las puertas se están cerrando y los manatíes están pasando, son cruelmente aplastados.  De hecho, estar atrapado en las compuertas es una de las causas principales de muerte de manatíes, sólo superado por los incidentes relacionados con la navegación. Una manera para solucionar esto es la instalación de puertas capaces de detenerse si se detecta movimiento, sin embargo pueden llegar a costar hasta 50 000 dólares cada una para reemplazar las que hay en estos momentos.

De todas maneras, no perdemos la esperanza de poder salvar a este especie tan fascínate, la mayoría de los humanos no tienen nada contra estas criaturas suaves e inofensivas. El mayor problema es que hay hombres que aun no son conscientes de que sus acciones están causando problemas para los manatíes y no escuchan a los grupos conservacionistas que tanto se esfuerzan por educar al público acerca del peligro que corren estos animales y de lo que pueden hacerlo para evitar su extinción.